Correr por campos y caminos de Sevilla la Nueva, leer, escribir, perderme en la montaña, montar en moto, son algunas de las pasiones que un servidor lleva dentro, y con el paso del tiempo, particularmente, me resulta más estimulante correr y trotar por la montaña, por todo lo que significa para mi, en este deporte llamado trail running.
El pasado 9 de abril volví a conseguir un nuevo reto deportivo personal, que fue finalizar el Gran Trail de Sobrarbe, al que tanto apego sentimental tengo por raíces familiares maternas con esta bella Comarca del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido. 75 kilómetros de mucha vida, con 3.000mtrs. de desnivel positivo, en 12h y 39mins. en un meritorio puesto 87 de 95 valientes que llegamos a meta, y tercero en categoría de más de 1,90 🦒, y primero de alcaldes 😀.
Una carrera bella, dura, con muy malos momentos en los últimos 30Kms., en la parte final como me suele suceder, por falta de entrenamientos de calidad en mi intensa vida cotidiana, pero siempre con la espiritualidad que la montaña, ella, junto a mi familia, me transmite y repone vitalidad para afrontar felizmente el presente.
Llegada a Aínsa |
Hasta que el móvil se quedó off |